defensores del honor, símbolos de la libertad por la senda del compromiso, la tierra derrama lágrimas, sangre y dolor.
En mi anhelo, clamo temorosa por el día del reencuentro, a coro cantamos al día del reencuentro. No olvidéis al mártirni lo que dejó de legado aquí está su sangre reciente sacrificada por los ideales.
Gente del Sáhara, seguid manteniendo el compromiso en su totalidad vuestra conveniencia no es la integración.
AZIZA BRAHIM CANTA A LJADRA MINT MABROC
“Cantando a la libertad de expresión desde las ramas de mi árbol genealógico, quiero poner voz y música a la obra de mi abuela, la poeta saharaui, Ljadra Mint Mabroc (Tiris, 1934). Desciende de una familia de pastores nómadas y no realizó estudios universitarios. Desde muy joven, sin embargo, se dedicó a la poesía. Cuenta que empezó a componer al poco tiempo de aprender a hablar. Muy pocas veces sus versos han sido publicados en libros, pero atesora una gran producción de poemas.
Fue apodada por su pueblo como la Poeta del Fusil porque durante los primeros quince años de guerra combatió, compuso y recitó poemas para su gente tanto en primera línea como en la retaguardia. [...] Poemas de lucha ante la injusta invasión marroquí de nuestras tierras del Sáhara Occidental, de las que fuimos explusados hace treinta y seis años. Poemas donde Ljadra relata el sufrimiento, las calamidades cometidas contra todo un pueblo y traslada la dureza de la guerra, ya que ejerció de corresponsal con sus letras porque en ellas relata cómo fueron libradas algunas importantes batallas. Poemas orales que se recitaron en el frente y en los campamentos de refugiados desde el momento mismo de su levantamiento, para mantener bien altos los ánimos de la población en el adverso exilio que se prolonga hasta hoy.”