miércoles, 20 de agosto de 2014

No existe ningún lugar en África como el desierto del Tiris, al suroeste del Sáhara Occidental.

El desierto detenido

Fuente: hoy.es de Extremadura



No existe ningún lugar en África como el desierto del Tiris, al suroeste del Sáhara Occidental. Se trata de una enorme llanura granítica atrapada en el siglo XIX, pues en su interior no hay carreteras, ni tendido eléctrico, ni núcleos urbanos, ni casi presencia humana en los aproximadamente 30.000 kilómetros cuadrados de arena y piedra calcinada que conforman el paisaje.

Tras la invasión marroquí, que sucedió a la marcha de España en 1975, el Sáhara Occidental quedó dividido en dos por un muro de 2.700 kilómetros de longitud construido por el ejército alauí para contener a la guerrilla del Frente Polisario. La costa y las grandes ciudades e infraestructuras quedaron en manos del invasor, al oeste del monstruo bélico. Hacia oriente, mientras tanto, se abre un desierto virgen cuyos límites ni siquiera aparecen en los mapas: el Tiris. En muchos aspectos se trata de un país detenido en el tiempo, como sacado de las obras literarias de P. C. Wren o Pierre Mc Orlan; relatos idealizados de combates entre legionarios y beduinos con un fondo de oasis, dunas y sebjas (llanuras de sal). Pero los legionarios españoles hace tiempo que partieron y su recuerdo se mantiene solamente en la línea de fuertes de paredes encaladas que dejaron y que se remontan a las primeras décadas del siglo XX. Los descendientes de los beduinos, por su parte, hoy son los dueños y señores de un país que controlan y vigilan bajo la enseña del Frente Polisario.

En el norte de los 'Territorios liberados' -como se conoce al Sáhara Occidental controlado por la guerrilla saharaui- abundan los cooperantes, periodistas y activistas extranjeros. Pero estos son una excepción en el Tiris, pues la región queda a más de mil kilómetros de duro desierto de núcleos como Tifariti o Bir Lehlou o los campos de refugiados de Tinduf, en Argelia. Fuera de un pírrico campamento de observadores de la Minurso (la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sáhara Occidental, encargada de verificar que se respeta el alto el fuego entre el Polisario y Marruecos), en el Tiris habitan solamente los guerrilleros que nutren las guarniciones de los fuertes, sus familias y unos pocos cientos de pastores nómadas que entran y salen desde Mauritania. Alojados en los viejos blocaos de Aguenit y Dugech, compartimos con los guerrilleros su té y su arroz con cordero -prácticamente lo único que tienen- y somos testigos de la dureza de las condiciones de vida con que habitan estos hombres y sus familias. «Hace mucho calor y tenemos problemas de abastecimiento», nos confiesa Salem Agib, alcalde militar de Duguech. El agua, la gasolina, los alimentos, las medicinas... deben ser traídos desde Tinduf. Escasez que, como asegura el primer edil, se traduce en problemas como una alta mortalidad infantil. A pesar de ello, este pequeño ejército no permanece con los brazos cruzados sino todo lo contrario. En una llanura asistimos al despliegue de las 'unidades móviles' del Polisario, que simulan un ataque con rápidos todoterrenos armados con cañones antiaéreos ZU-23-2 de fabricación soviética. «Se organizan continuamente misiones de instrucción, vigilancia del territorio y maniobras», asegura el coronel Moulud, jefe de la Séptima Región Militar del Sáhara (los fuertes de Aguenit, Duguech y Mijek, son las sedes, respectivamente, de las Séptima, Primera y Tercera Regiones Militares del Sáhara).


Leer resto del artículo aquí...

http://www.hoy.es/sociedad/201408/20/tesoros-saharael-desierto-detenido-20140820001146-v.HTML